Nos salvó una enfermera
Son las 5 de la mañana y sale de la casa donde queda una hija de 4 años y su madre de 73.
Toma el ómnibus en la parada que queda a dos cuadras de su casa y llega 50 minutos después al hospital donde trabaja.
Con su ex marido el papá de su nena, no discuten nunca, el trabaja en un taller mecánico y es un buen padre.
Anoche les tocó conversar fuerte sobre la posibilidad de pedir una licencia médica o en el un caso extremo renunciar al hospital.
Él está preocupado por la exposición alta a un contagio de covid, ella está firme en la convicción de ser enfermera y en la pasión que la llevó a poner por delante, hasta de su propia familia, el servicio a los otros…
No se cuanto dinero gana por mes en ese hospital, seguramente esas horas extra que pidió para hacer, dejan en evidencia que no llega a lo básico, para vivir.
En las noches, cuando vuelve cansada, sueña que su hija algún día dirá: en la pandemia de principios de la década del 20 , “nos salvó una enfermera”.