Desde pequeños la Leyenda del Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libre José Artigas en Uruguay, es conocida por todos, tan conocida como su táctica de engaño en la Batalla de las Piedras, o su visión de estadista en las Instrucciones del año XXlll , también es un capitulo cercano a todos en la vida de este gran hombre, su amistad y la relación con el “Negro Ansina”.

Para un uruguayo es natural empezar el mate con agua tibia, porque sino la yerba se quema, como también lo es saber de la existencia y las características de este compañero fiel del héroe, el Negro Ansina, a quien todos identificamos en el exilio y última etapa de vida del Prócer en el Paraguay.

Según este interesante artículo de sujetos.uy en unos de sus fragmentos dice que:

A partir de 1846, este asistente fiel del exilio aparece en la memoria letrada para no salirse de ella nunca más.

En el largo recorrido que lo trae a nuestros días su historia es una suma de irregularidades. Tras su apodo –“Ansina”– se esconden por lo menos dos nombres Joaquín Lenzina y Manuel Antonio Ledesma, que a su vez se confunden con otros afrodescendientes que asistían a Artigas en Paraguay como Montevideo o Martínez.

Fue a partir los dos nombres antedichos (Lenzina y Ledesma) que se construyen dos Ansinas diferentes, uno sumiso, símbolo de fidelidad y amor al héroe, oficializado por el Estado; y otro letrado, autor de composiciones sobre la gesta artiguista, políglota e incluso líder en asuntos afro dentro del proyecto artiguista, construido por un conjunto de intelectuales “contrahegemónicos”.

Fuente sujetos.uy

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https://www.margen.org/mate/cap3.html

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