Actividades de la Iglesia Valdense de San Pedro
Nota a Valdo Negrín. La Comunidad Valdense de San Pedro: Solidaridad y Tradición

El pasado 16 de febrero se realizó en el Parque Misa de Plata el beneficio anual organizado por la comunidad valdense de San Pedro, en el departamento de Colonia. Este evento, que resurge con fuerza, tiene una historia de más de 50 años.
“Este beneficio ya se venía haciendo hace 50 años, pero en un momento se dejó de realizar porque las personas que lo organizaban ya eran mayores”, explica Valdo Negrín, integrante de la comunidad y de la Iglesia Evangélica Valdense de la localidad.
El resurgimiento de este evento solidario tuvo lugar hace tres años como respuesta a la situación crítica del hogar Sarandí durante la pandemia.
“Ese hogar sufrió mucho, se desfinanció y faltaban recursos para su funcionamiento. Muchos internos fallecieron y nos juntamos un grupo de familias de la zona para hacer algo”, comenta Negrín.
Actualmente, nueve instituciones trabajan en conjunto, enviando delegados a las reuniones para la organización del beneficio anual.
Compromiso con la comunidad
La comunidad valdense de San Pedro mantiene un firme compromiso con la solidaridad y el trabajo comunitario.
Además de sus actividades de culto, organiza eventos para recaudar fondos y brindar apoyo a diversas iniciativas.
“Los segundos y cuartos viernes de cada mes nos reunimos en San Pedro, pero también tenemos contacto con las comunidades de Colonia del Sacramento y Riachuelo”, señala Negrín.
Uno de los eventos más importantes que se avecina es la Fiesta de Gratitud o Fiesta de la Cosecha, una celebración tradicional en la que las comunidades valdenses de Uruguay y Argentina agradecen por los frutos recibidos.
“Se hace el 23 de marzo en San Pedro y se realizan ventas de productos donados por la comunidad, además de un remate.
Es una tradición que los valdenses han mantenido desde hace 850 años”, destaca Negrín.
Un templo centenario
Este año, el templo de la comunidad valdense de San Pedro celebrará su centenario.
“Hace 100 años no había nada aquí, ni luz eléctrica ni carreteras. Nuestros antepasados llegaron sin nada, pero lo primero que hicieron fue construir la iglesia y un local para dar clases a los niños.
Hoy, esa obra sigue en pie y es un testimonio de la historia de nuestra comunidad”, reflexiona Negrín.
La comunidad de San Pedro sigue fiel a sus raíces, combinando tradición y acción solidaria, con el compromiso de mantener vivas las costumbres y el espíritu de ayuda mutua que han caracterizado a los valdenses desde su llegada a Uruguay.
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