Será la vida un sueño?
Calderón de la Barca
La concepción de la vida como un sueño es muy antigua, existiendo referencias en el pensamiento hindú, la mística persa, la moral budista, la tradición judeocristiana y la filosofía griega. Por eso ha sido considerada incluso un tópico literario.
Según la obra de Platón, el hombre vive en un mundo de sueños, de tinieblas, cautivo en una cueva de la que solo podrá liberarse haciendo el Bien; únicamente entonces el hombre desistirá de la materia y llegará a la luz.
El influjo de esta concepción platónica en la obra es evidente: Segismundo vive al principio dentro de una cárcel, de una caverna, donde permanece en la más completa oscuridad por el desconocimiento de sí mismo; solo cuando es capaz de saber quién es, consigue el triunfo, la luz. Calderón, muy cabalmente, adoptó la forma del drama filosófico para abordar un gran caudal de temas confluyentes en este foco y en este tópico literario, platónico en su raíz occidental:
- Como drama religioso, aborda los problemas de caída o pecado original y expiación.
- Como poema filosófico, resuelve el destino del hombre y la fuente del conocimiento y los problemas aparejados del libre albedrío y la predestinación.
- Como lección moral propia del barroco y la Contrarreforma, desengaña sobre las ilusiones y las vanidades de este mundo.
- Como drama educativo y poético, instruye sobre lo que es el hombre sin el freno de la educación.
- Como protesta revolucionaria, ataca el principio absolutista y ajurídico de la orden reservada que sofoca la libertad bajo el pretexto de evitar sus extravíos.
- Como lección política «porque en batallas tales / los que vencen son leales / los vencidos, los traidores», enseña a los pueblos a lo que conduce el mal uso de la libertad y las guerras civiles.
- Combate, además, la locura de los presagios y juicios de la astrología.
- Describe los progresos que realiza el hombre y la humanidad entre desengaños y deseos.
- Prueba que las pasiones comprimidas por un ascetismo no libre, sino forzado, estallan con tanta más fuerza cuanto mayor es la represión.
- Desde un criterio psicoanalítico, expresa la superación o sublimación de los conflictos edípicos.
- Inspira a la filosofía del solipsismo que ha negado realidad al mundo exterior… Todo esto y mucho más, si más se examina, es La vida es sueño.